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Breaking Bad y el peligro de las metanfetaminas

Fenómeno azul” y “fenómeno de la meth” son acepciones que surgieron con la vorágine causada por la exitosa serie de televisión estadounidense “Breaking Bad”. Creada por Vince Gilligan y lanzada en enero de 2008, el programa cuenta la historia de Walter White (Bryan Cranston), un profesor de química con problemas económicos a quien le diagnostican un cáncer de pulmón inoperable. Para pagar su tratamiento y asegurar el futuro económico de su familia comienza a cocinar y vender metanfetaminas (vulgarmente conocida como meth, por su traducción al inglés methamphetamine), junto con Jesse Pinkman (Aaron Paul), un antiguo alumno suyo. Para el que nunca la vio, acá le dejamos el trailer:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ahora bien, todos hemos hablado y discutido sobre esta droga en algún punto de nuestras vidas e incluso sabemos que genera mucho dinero. Pero, ¿hemos reparado alguna vez en la verdadera naturaleza de esta droga?

 

La metanfetamina es un estimulante sumamente adictivo que afecta el sistema nervioso central. Aunque la mayoría de la metanfetamina que se usa en este país viene de laboratorios internacionales o nacionales, también se puede producir fácilmente en pequeños laboratorios clandestinos con ingredientes relativamente económicos que se pueden conseguir sin receta médica. Estos factores hacen de la metanfetamina una droga con un alto potencial para el abuso masivo.

La droga fue desarrollada a comienzos del siglo pasado como derivado de la anfetamina y originalmente se usó en descongestionantes nasales e inhaladores bronquiales. Al igual que la anfetamina, la metanfetamina aumenta la actividad y el habla, disminuye el apetito y produce una sensación general de bienestar. Sin embargo, la metanfetamina difiere de la anfetamina en que, cuando se usan en dosis similares, son mayores los niveles de metanfetamina que entran al cerebro, haciéndola una droga estimulante más poderosa con efectos más duraderos y dañinos sobre el sistema nervioso central.

Según el “National Institute on Drug Abuse”, aun en dosis pequeñas, la metanfetamina es un estimulante poderoso que puede disminuir el sueño y el apetito e incrementar la actividad física. También puede causar una variedad de problemas cardiovasculares, incluyendo un aumento en la frecuencia cardiaca, latido irregular del corazón y elevación de la presión arterial. Una sobredosis de la droga puede elevar la temperatura del cuerpo a niveles peligrosos (hipertermia) y producir convulsiones, que si no se tratan inmediatamente pueden resultar fatales.

Además, también el abuso extendido de la metanfetamina tiene muchas consecuencias negativas, incluyendo la adicción. La adicción es una enfermedad crónica con recaídas, caracterizada por la búsqueda y uso compulsivo de la droga y que está acompañada por cambios funcionales y moleculares en el cerebro Además de la adicción a la metanfetamina, los abusadores crónicos de la droga demuestran síntomas que pueden incluir ansiedad, confusión, insomnio, trastornos emocionales y comportamiento violento. También pueden demostrar varias características psicóticas, incluyendo la paranoia, alucinaciones auditivas y visuales, y delirio (por ejemplo, la sensación de que insectos le caminan por debajo de la piel). Los síntomas psicóticos a veces duran hasta meses o años después de haber dejado de usar la metanfetamina y se ha comprobado que el estrés precipita una recurrencia de la psicosis por metanfetamina en los antiguos abusadores psicóticos de esta droga.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Con el abuso crónico, se puede desarrollar una tolerancia a los efectos placenteros de la metanfetamina. Con el fin de intensificar los efectos deseados, los abusadores pueden tomar dosis más altas de la droga, consumirla con más frecuencia o cambiar el método de administración. El síndrome de abstinencia ocurre cuando el abusador crónico deja de usar la droga y entre sus síntomas están la depresión, la ansiedad, el agotamiento y un deseo vehemente por la droga (“craving”).Esta es la razón por la cual la droga es sumamente peligrosa: una vez probada, se querrá más y más cantidad de la misma para alcanzar la misma sensación de bienestar.

En este punto sería lógico preguntarnos entonces ¿por qué esta droga está reemplazando a las más antiguas y conocidas, tales como la cocaína?

La respuesta es simple: aunque estos estimulantes tienen efectos conductuales y fisiológicos similares, hay algunas grandes diferencias en los mecanismos básicos de cómo funcionan. En contraste con la cocaína que el cuerpo elimina rápidamente, metabolizándola casi por completo, la metanfetamina tiene una acción mucho más prolongada y un porcentaje mayor de la droga permanece inalterado en el cuerpo. El resultado es que la metanfetamina se mantiene más tiempo en el cerebro, lo que conduce a la prolongación de los efectos estimulantes de la droga, convirtiéndola en una droga muy atractiva para la comunidad.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Dato importante: la Doctora Donna J. Nelson, profesora de química en la Universidad de Oklahoma, especializada en la química orgánica, la cual investiga y enseña, verifica los libretos de la serie “Breaking Bad” y sugiere diferentes diálogos. También diseñó estructuras químicas y escribió ecuaciones que se usaron como elementos de utilería. La carrera de Nelson se ha centrado en cinco áreas primarias de investigación generalmente categorizado en dos áreas, Investigación Científica y la Preparación Científica Americana. Bajo el grado de preparación científica de los Estados Unidos, ella se centra en la educación científica, que incluye innovaciones en el aula y la corrección de las inexactitudes de los libro de texto de química orgánica, diversidad étnica y de género entre los departamentos de ciencias de alto rango de las universidades de investigación, y mejorar la presentación de ciencia e imágenes de científicos al público.

 

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