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Homenaje a Eduardo Galeano:  literatura y deporte

Eduardo Germán María Hughes Galeano, nació en Montevideo, Uruguay, el 3 de septiembre de 1940 y murió a causa de cáncer en su pulmón el pasado 13 de abril de 2015, también en Montevideo. Eduardo Galeano fue un periodista y escritor reconocido en todo el mundo. Comenzó a desarrollar su carrera periodística en 1960 siendo editor del diario Marcha junto a colaborares como Mario Benedetti y Eduardo Llosa. Escribió infinidades de obras combinando géneros como ficción documental y periodismo, en donde analizó temas de historia, política y fútbol.

 

Entre sus libros más conocidos están La venas abiertas de América Latina (1971) y Memoria del fuego (1986). En 1973 Galeano fue encarcelado y obligado a abandonar Uruguay. Su libro La venas abiertas de América Latina fue censurado por las dictaduras. Luego se exilió en Argentina donde fundó la revista Crisis.

Galeano siempre fue un apasionado del fútbol e hincha del club Nacional, alguna vez dijo “En su vida un hombre puede cambiar de mujer, de partido político o de religión, pero no puede cambiar de equipo de fútbol”.

 

En su libro El Fútbol a Sol y Sombra (1995) rendía homenaje al fútbol, su folklore, los jugadores, las hinchadas pero también critica a lo que se convirtió en uno de los más grandes y poderosos negocios del mundo.  Soñaba con volver a ver esa picardía y alegría que habían existido en las canchas, en donde todo era una fiesta y los jugadores se divertían más que nadie. Una de los pasajes más interesantes de este libro señalaba:

 

“La historia del fútbol es un triste viaje del placer al deber. A medida que el deporte se ha hecho industria, ha ido desterrando la belleza que nace de la alegría de jugar porque sí.”

 

 

Su pasión por el fútbol y la importancia de este libro quedan reflejados en este video homenaje:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Expresó sus opiniones y juicios acudiendo a las metáforas que embellecían los relatos; las utilizó frente a grandes personalidades del fútbol, y no se olvidó de hablar del Diego Maradona:

 

“No había demorado en darse cuenta de que era insoportable la responsabilidad de trabajar de dios en los estadios, pero desde el principio supo que era imposible dejar de hacerlo”.

 

Sencillo y claro. Concreto y profundo. Amante del deporte. Gracias por tanto y, ¡hasta siempre, Maestro!

 

Podés ver también este video homenaje que le realizó la cadena ESPN: http://espndeportes.espn.go.com/news/story/_/id/2345723/fallece-eduardo-galeano-literato-del-futbol-al-que-tenia-como-pasion 

Cuando la pasión por el deporte no tiene límites

 

“Ojos que no ven, corazones que sienten” titulaba el diario Olé el 1/12/06 después de la consagración argentina en el Mundial de fútbol para ciegos derrotando por 1 a 0 a Brasil. Ya era su segundo campeonato mundial luego de haberse coronado en el año 2002, justamente en el país brasilero.  

 

La selección de fútbol sala para  ciegos ha tenido, desde su creación en 1991, una exitosa trayectoria llena de premios (sub-campeones del mundo en Francia 1998, España 2000, Japón 2014; campeones del mundo Brasil 2002 y Argentina 2006; medalla de plata en los paraolímpicos de Atenas 2004; campeones de América en Brasil 2005; sub-campeones panamericanos Río de Janeiro 2007 y medallistas de bronce en Pekín 2008). Diego Cerega, defensor incorporado en 2002 contaba su sensación de entrar al primer paraolímpico: “Ganamos el mundial y se nos dio la llave para ir a las olimpiadas. Era como tocar el cielo con las manos. Muchos dicen que lo más importante es el mundial pero para un deportista son las olimpiadas”. Sin duda son considerados un ejemplo y orgullo nacional del deporte argentino y es por eso que han sido galardonados como ciudadanos ilustres de la ciudad de Buenos Aires y reconocidos con honores por el Congreso de la Nación. También han recibido otras menciones destacadas, entre ellas, los premios Revelación Clarín 2003, Jorge Newbery de Plata 2005, 2006, y 2007 y Jorge Newbery de Oro 2007.

 

“Creo que en la vida todo se puede y el deporte es una herramienta fantástica. Al principio me tomaban de loco pero después ya había un montón de locos sueltos haciendo lo mismo que yo. Pienso que fue y es una selección emblemática en el sentido que todos ya hablan de los murciélagos” expresaba Enrique Nardone, impulsor de los Murciélagos y primer entrenador del equipo. Los Murciélagos (nombre que ha adoptado el equipo) forman parte de FADEC (Federación Argentina de Deportes para Ciegos) dirigda por Domingo Satela. Ellos son los encargados de llevarlo a flote ya que aportan más el 50% del presupuesto que no baja de los 200.000 pesos. FADEC sostiene a más de 70 instituciones encargadas de llevar a cabo distintas actividades y deportes para niños y adultos no videntes. Satela explica que todos los años se vuelve difícil a la hora de cerrar números y pagar. Pero es el crecimiento deportivo y la obtención de distintos trofeos lo que hace sembrar esperanza en cada uno de los involucrados. Aún así es inevitable la ayuda del capital privado para poder pagar algunos gastos básicos fundamentales. Es por eso que se apoyan en publicidades que son utilizadas principalmente por los murciélagos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¿Cómo se juega?

 

El fútbol para ciegos lógicamente tiene algunas adaptaciones al reglamento de la FIFA, basándose en algunas normas de la IBSA (Asociación internacional de deportes para ciegos). Para empezar, uno de los principales cambios es la pelota. Ésta es de cuero y sonora (lleva cascabeles en su interior), permitiendo la orientación de los jugadores. Las dimensiones del campo de juego son de cuarenta metros de largo por veinte metros de ancho, y la superficie de juego suele ser de cemento o césped artificial. La cancha cuenta con vallas laterales que evitan que la pelota se vaya, y sirve además como un elemento de orientación y seguridad para el jugador.

Cada equipo está formado por un arquero, que es vidente y tiene limitada su maniobrabilidad a una pequeña zona dentro del área del penal, y por cuatro jugadores de campo. Las sustituciones son ilimitadas. Para el equipamiento de los jugadores es obligatorio el uso de un antifaz para igualar la falta de percepción lumínica que poseen las distintas patologías visuales. Es obligatorio también que los jugadores digan de forma clara la palabra “voy” durante las diferentes situaciones de partido para evitar los golpes y orientarse entre sí. Sumado a los jugadores están presentes dos árbitros, el anotador-cronometrador y una persona encargada de la megafonía del partido (quien tiene la función de verbalizar todas las incidencias por las que el juego se interrumpe y para que los jugadores estén informados). Además hay un guía detrás de la portería que orienta a los jugadores, quienes se apoyan también en las instrucciones de su entrenador y el arquero.

El tiempo de juego de un partido es de cincuenta minutos divididos en dos tiempos, con un descanso de diez minutos entre un período de juego y otro. El reloj se detiene en el caso de todas las sustituciones de jugadores, así también como en los tiempos muertos que soliciten los entrenadores de los equipos y en cada momento que los árbitros lo estimen oportuno. El público debe estar en silencio para que se pueda escuchar la pelota y las instrucciones.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Los Murciélagos entrenan en el velódromo del CENARD (Centro Nacional De Alto Rendimiento Deportivo). Allí se juntan los jugadores y también su cuerpo técnico. Martín Demonte (Director Técnico desde el 2009) cuenta: “A ellos le gusta hacer lo que hacen. Acá se ve algo que en el fútbol profesional se pierde que es divertirse, disfrutar. Esa es la clave para que esto esté creciendo en tan poco tiempo”. Es verdaderamente emocionante poder ver cómo esta gente puede hacer lo que ama, lo que más lo apasiona habiendo podido sortear los obstáculos que la vida les puso. Ellos ya ganaron dentro y fuera de la cancha.

 

“El sueño de jugar al fútbol lo tenía desde chico, el tema es que no sabía cómo hacerlo” decía Silvio Velo, capitán y referente del seleccionado de fútbol para no videntes desde su creación, considerado el mejor jugador del mundo en esta disciplina. Es también jugador del equipo para ciegos del Club Atlético River Plate en el que lleva 15 torneos disputados y ganados, y ha marcado 425 goles. Silvio no sólo es un crack en la cancha sino que todos lo que lo conocen lo describen como una persona increíble. Eduardo Diaz, defensor del equipo, lo distingue: “Yo creo que Silvio no es uno de los mejores sino el mejor jugador del mundo pero como ser humano es un tipo muy especial”. Su personalidad lo ha llevado a destacarse por sobre su labor en el deporte algo que nadie hubiese creído posible. Velo concluye diciendo: “El fútbol es mágico, no se ve se siente. Cuando me pregunta que si para jugar al fútbol se nace o se hace yo creo que se nace. Porque yo nunca vi jugar a nadie y se cuando tirar el caño porque es muy intuitivo. El fútbol es algo mágico que te dice hacelo y vos lo hacés”.


 

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