Si queremos comparar los sistemas educativos de Finlandia (reconocido a nivel internacional) y Argentina, primero debemos tomar el producto bruto interno per cápita de los dos países. Posiblemente encontremos algunas pistas:

 

El PBI per cápita de Argentina, un país con aproximadamente 44 millones de habitantes, es de 14.715,18 USD, mientras que el de Finlandia es de 49.146,65 USD con una población de 5 millones 439 mil personas. Lo que nos muestra este estudio es que los ingresos en USD por año de una persona que vive en Argentina son muchísimo menores que los de una persona que vive en Finlandia. Y esto afecta directamente a la educación en ambos países. Asimismo hay que tener en cuenta que la distribución de las riquezas no es tan equitativa realmente. El Banco Mundial mostró que Argentina en el 2010 tenía un índice de Gini de 45 mientras que Finlandia de 28 (hay que tener en cuenta que un índice de Gini de 0 representa una equidad perfecta, mientras que un índice de 100 representa una inequidad perfecta). En Argentina las desigualdades son mayores, pero en Finlandia también las hay.

 

Tomemos, de manera comparativa, dos puntos centrales en cuanto a la educación: la tasa de alfabetización y la tasa de finalización de estudios obligatorios (en el caso de Finlandia cuentan como estudios obligatorios la primaria y el secundario, y en Argentina el preescolar, la primaria y el secundario). En cuanto a la tasa de alfabetización, los porcentajes son bastantes parejos. Según un estudio de Unicef, en Argentina el 97,9% de los adultos sabe leer y escribir, dejando un 2,1% de personas analfabetas. En Finlandia, el 100% de los adultos en el país están alfabetizados. Se nota una diferencia mucho mayor al comparar la tasa de finalización de estudios obligatorios. Argentina tiene un alto nivel de alumnos que terminan sus estudios primarios, el 95,3% permanece hasta el último grado de primaria; pero solo el 50% de los estudiantes terminan el secundario. Se muestra una gran diferencia con Finlandia, ya que ahí más del 99% de los alumnos terminan los estudios obligatorios (primario y secundario).

 

Otro punto interesante para comparar es la formación docente. La carrera docente en Finlandia tiene bastante prestigio, es una de las carreras más elegidas al terminar el secundario general superior o la universidad. En un estudio hecho por el Centro de Estadísticas de Finlandia, en el 2004 el país contaba con 65.784 docentes. Aunque tiene muchos aplicantes, el programa de formación de maestros solo puede aceptar a pocos. Hay once universidades públicas que preparan a los docentes para ejercer la carrera y desempeñarse no solo como maestros, sino como instructores y educadores. En el nivel primario los maestros son preparados para enseñar todas las asignaturas y en el secundario se preparan para enseñar una materia en especial.

 

En Argentina esta carrera no aparece entre las más elegidas, pero igualmente tiene un alto número de docentes. En un estudio realizado por la UNESCO se estableció que en el 2007 la Argentina contaba con 821.726 docentes. Hay un predominio de maestras mujeres, sobre todo en nivel inicial y primario, donde hay tan sólo un 5,6% de hombres maestros en el primero y un 12% en el segundo. Este predominio desciende un poco en el secundario pero sigue siendo dispar.Los aspirantes a maestros del nivel primario estudian en una universidad pública o privada el magistrado, que los prepara para poder enseñar todas las materias de primero a séptimo grado.

 

Por último, veamos cómo se financia el equipamiento por alumno y qué subsidia el Estado de estos gastos. En Argentina el 25% de los alumnos de la educación básica recibe diariamente el servicio de almuerzo gratuito, que está dirigido especialmente a los sectores más desventajados de la población. El acceso a internet y a computadoras cambia mucho en los sectores urbanos y los sectores rurales. Los datos oficiales muestran que mientras que en las zonas rurales sólo el 40% de las escuelas tenían computadoras en el 2007, en las zonas urbanas aumentaba al 75%. Con respecto a la disponibilidad de libros de texto para los alumnos, únicamente el 53% de las escuelas argentinas poseían al menos un libro por alumno para todos o casi todos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En Finlandia, el Ministerio de Educación financia toda la educación en general, desde la escuela básica hasta la escuela profesional, incluyendo las actividades extracurriculares y la educación no formal de adultos. Los alumnos tienen posibilidad de una comida diaria gratuita,transporte escolar gratuito y libros de texto de fácil acceso y asistencia médica escolar en la educación básica y del segundo ciclo. En las universidades hay comedores subsidiados y los estudiantes de la formación profesional y bachillerato también cuentan con la posibilidad de ayuda para desplazarse a sus viviendas.

 

Como conclusión, podemos observar que los sistemas educativos de estos dos países son muy diferentes entre sí. Pero cabe remarcar que estamos hablando de un país tercermundista con mucha población y uno primermundista con mucha menos población comparada con el anterior. El prestigio de la carrera docente, su organización, su formación, los subsidios del Estado en la educación, el equipamiento que el alumno recibe gratuitamente y las tasas de alfabetización y finalización de estudios obligatorios son solo algunos puntos de todos los que se pueden comparar de estos países.